TRANSICIÓN // Pierre Bongiovanni

Las Piezas del Rompecabezas

Estas consideraciones están dirigidas a reflexionar sobre las condiciones de desarrollo de la acción cultural
y la creación cultural dentro del contexto de un período de transición.

  1. Introducción

Preferimos la noción de "transición" a aquella más trágica de "crisis", o a la aún más profética de "mutación".
La transición se caracteriza por ser el pasaje de una situación a otra.
Algunos elementos desaparecen, otros aparecen y debemos estar abiertos a aquellos cambios sobre los que no sabemos nada, a la vez que debemos preservar la memoria de nuestro pasado entretejida por momentos tan gloriosos como dramáticos.
Los períodos de transición son particularmente ventajosos para una reacomodación de conceptos, de conocimientos y de competencias. Sin embargo, esto no sucede por sí mismo puesto que la mayor parte de nuestros logros y de nuestros saberes se encuentran momentáneamente bombardeados bajo los efectos de la irrupción de información masiva de nuevas ideas, de nuevas perspectivas entre las que es imposible discernir entre lo falso, lo moderno y lo que más tarde probará ser determinante, estructural, decisivo y relevante para el futuro. Movimientos violentos y contradictorios afectan todas las dimensiones de la vida en nuestras sociedades: colapsos políticos, sociales, religiosos y económicos se codean con prometedores logros científicos; en el mismo movimiento, porciones enteras de nuestras certezas desaparecen mientras surgen nuevos modelos de organización. En todas partes individuos, grupos y entidades que todavía están poco identificados, están trabajando, indiferentes a los desastres pronosticados, elaborando los elementos de una nueva cartografía. En estos tiempos en donde las preocupaciones y la creatividad corren parejas, la prioridad debería darse a los protocolos y la experimentación. Esto parece ser mucho más pertinente que la pedagogía de la contemplación de obras, del establecimiento del conocimiento o del espectáculo de la realidad inmediata. El primer grupo abre el campo de las posibilidades a la acción desorganizada, a las sorpresas y al brillo, el segundo, serio, seguro, seductor, está condenado a ser impotente y nostálgico.

Estamos por lo tanto tratando de reestructurar nuestros fundamentos y de entender y comunicar las razones de nuestros emprendimientos.
Tres razones nos pueden ayudar para entender este trabajo de inventario y reflexión:
- Las condiciones para la innovación artística y cultural
- La inteligibilidad de los riesgos de la creación artística
- La relación entre la transmisión de valores y la dinámica comunitaria

  1. Las condiciones para la innovación artística/cultural
    La innovación es citada habitualmente como una de las condiciones del cambio. Pero ¿Qué es la innovación? ¿Cómo se innovan nuestras tareas prácticas? ¿Qué significa innovación en el campo de las artes, las ciencias y el desarrollo cultural? En cuanto un grupo decide innovar. ¿Cuándo comienzan? ¿Qué cambios debemos aplicar a nuestras formas de pensar, trabajar, compartir y construir acciones y proyectos? Si no queremos innovar puesto que nos parece un slogan sin sentido. ¿Qué debemos cuestionar? Estos interrogantes tienen que ver o deben tener que ver con cada uno de los protagonistas, ya sea los artistas, los funcionarios oficiales en el dominio cultural, los industriales, los empresarios y las autoridades tanto nacionales como regionales o transnacionales.
    La multiplicación de encuentros formales e informales en una escala internacional, la propagación de redes informáticas y la confrontación, son desde luego, la mejor forma de progreso. Sin embargo, debemos ir más allá. Pero ¿Cómo? No hay una única respuesta. En lo que se refiere a los artistas se deben sumar tres elementos.

 

El productor

Creemos que es necesario multiplicar las situaciones que permitan la ampliación de la experimentación artística y cultural: artistas talentosos, científicos brillantes, técnicos ingeniosos y audaces empresarios son necesarios para acciones puntuales, todos deben beneficiarse con la verdadera convergencia entre las posibilidades técnicas y la intuición de los soñadores. Pero al mismo tiempo hemos notado que la mayor deficiencia es la carencia de productores. El verdadero productor es aquel que congrega, un conductor que, solo con su propia convicción, más allá de cualquier demanda del mercado, de cualquier lobbie, tendencia o interés publicitario de fabricantes, consigue la financiación, los recursos humanos (artísticos, científicos, y filosóficos) así como también la infraestructura técnica y legal para una obra que resultará "lo que sea", provocando crítica y trabajando con la opinión del público. Un arte sin productores es un arte mudo.

La crítica

Sentimos que es importante apoyar la movilización de intelectuales para la producción crítica, especialmente aquellos que se interesan por las tecnologías digitales. La existencia de un pleno, diversificado y contradictorio corpus crítico abre las más formas más eclécticas de pensamiento y son una garantía de la apropiación de desarrollos en el mundo para artistas, científicos y para los que toman las decisiones, así como también para el público. Un arte sin críticos es un arte sordo.

El público

Creemos que las ocasiones que permitan que el público se enfrente con las preocupaciones de artistas e investigadores contemporáneos deben multiplicarse por todos los medios posibles. La dinámica habitual de distribución, animación y aún educación no son suficientes. El público no sólo es un consumidor para ser seducido, un blanco al que acertar, o impulsos que explotar. Esto implica volver a pensar un cierto número de ideas. Los artistas y los experimentadores se equivocarían si sólo ven estas demandas como una vuelta al pasado (lo que ahora parece un poco antiguo: pioneros de la descentralización cultural), una instrumentalización de sus logros, o una banalización de sus visiones. Un arte sin público es un arte ciego.

Posturas e imposturas de la innovación

Innovar es crear las condiciones del cambio. Una encantador sortilegio. Intentemos establecer los prerrequisitos que permitan emerger una postura o una instancia para la renovación

Complejidad

La noción de complejidad es hoy en día parte de los recursos humanos. Pero a la luz de las realidades corrientes, no se prevee que estos principios básicos estén formando parte de la vida cotidiana, o hayan entrado en los corazones, laboratorios o sociedades. ¿Cuál es nuestra capacidad de asumir situaciones complejas.? Pero tan pronto algo nuevo y diferente interfiere, nuestros expertos quedan atónitos. No habría tantos problemas, salvo por el hecho que ellos poseen el dominio de las decisiones estratégicas. La falta de visión hace que ellos manden mientras otros limpian el campo minado. Al encantador mandato de la innovación, el eco replica "cada uno corra para cubrirse"

Permanencia

¿Cuál es nuestra capacidad para concentrarnos en situaciones efímeras cuando nuestra cultura está fundada en la duración, en la eternidad y la conservación? Sabemos intuitivamente que aquello que es una verdad hoy puede ser cuestionado mañana. En periodos de transición, la fuerza de una acontecimiento desaparece con la llegada del próximo sin solución de continuidad que puede relacionarse con el primero, pero que está más lejos de alcanzar. Una huella solo puede ser evaluada por el camino que descubre como testimonio.

Contradicción

¿Cuál es nuestra capacidad de explorar situaciones contradictorias? ¿Qué hacemos cuando algo es verdadero y falso al mismo tiempo? Como, dejando de lado el cinismo, podemos aprender a tocar el teclado completo al mismo tiempo?

Arcaismo

¿Cuál es nuestra capacidad, mientras se nos supone la vanguardia del progreso tecnológico, de respetar valores arcaicos, antiguos y frágiles? Este respeto no está confinado al reino de la museografía. La civilización occidental "conserva" mientras otras culturas "conversan" o "convierten". La comunicación es la muletilla arrogante de la conservación, una muletilla muy usada cuando el desarraigo abunda. Todo parece muy rápidamente obsoleto, tal como el "arte de la conversación". Debido a esto, proponemos museos donde la amistad, las posibilidades, la discusión y el humanismo sean preservados. "Espacios vivos" per se, tal como lo son ciertos supermercados culturales y comerciales. "Debemos enseñarle a nuestras huellas de donde venimos"

Indisciplina

Ya no es cuestión de animar el trabajo interdisciplinario, sino fomentar la indisciplina. Esto quiere decir enaltecer la capacidad humana del juego, del humor, de la impertinencia y la transgresión. No es solo el caso de movilizar certezas y conocimientos, sino de dejar espacio para nuevas visiones. No es el caso de planificar proyectos, sino de abrirse a lo improbable. ¿Pero cómo? Sacudiendo el orden de lo que aparece como obvio y establecido y jugar con una realidad supuestamente conocida para trascender los movimientos contradictorios del mundo.

Puntos de vista

Ahora podemos promover la experiencia singular que consiste en permitir la exploración de múltiples puntos de vista relativos a cuestiones, a conceptos a trabajos o situaciones. Privilegiando el "pensamiento esférico". La esfera: puedo estar dentro, fuera, en el medio, en el perímetro, lejos, cerca, al Norte, al Sur, en cualquier punto del espacio y mi punto de vista sobre seres y cosas por lo tanto será móvil, cambiante, abierto. Exploro el espectro de posibilidades. Me abro a todas las preguntas y experimento distintas instancias y posturas.
Las respuestas se reaseguran y se solidifica una postura, las preguntas estructuran y abren el camino a nuevas arquitecturas conceptuales, poéticas y linguísticas.

Profusión

Claridad no significa estar en oposición a la información, siempre demasiado densa, demasiado "ruidosa", demasiado fluída, demasiado rápida o demasiado frívola. Viene más de una diferenciación (no de deserción), de compartir (no de consumir) y ocasionalmente de la separación (no del consenso). Una sobrecarga de actualidad es dañina.

Duda

La combinación (de ideas, situaciones, gente, valores, demanda o debilidades) contribuye más a la continua edificación de la aventura humana que las ideas singulares o los hombres providenciales. Debemos proveer aquellas situaciones en donde estas combinaciones sean posibles para crear condiciones de duda favorable y dinámica.

Opacidad

No todo está dado. Es necesaria la labor de cada uno. Yo invito a la inteligencia a aquel a quien invito a trabajar, no a aquel a quien obligo a alimentarse. Ya estamos saciados, ya somos tansparentes y predicibles, Volvámonos opacos, lacónicos, que nuestro misterio sea un objeto para compartir.

El conflicto

Heredamos una cultura donde el conflicto es visto como un combate con ganadores y perdedores. Casi nunca lo hemos considerado una dinámica creativa. Desde luego no es cuestión de aceptar el compromiso o el consenso en la búsqueda. Se trata de darse a si mismo los medios para manejar la confrontación en forma abierta y elegante para llegar a un equilibrio donde prevalezcan la inteligencia e interés general.

Memoria y olvido

En la última parte de la película Vergüenza (1968) de Ingmar Bergman uno de los personajes dice "Me acuerdo que debo recordar algo importante, pero me olvidé de que se trataba". Unos años antes Georges Bataille declaraba "Los seres humanos corrientes no están más preocupados en enfrentar el esplendor que poseen verdaderamente". Con otras palabras Maurice Blanchor también intenta definir esta pérdida, esta radical ausencia que sumerge al hombre en el estupor y el desarraigo. Pocas semanas antes de morir, el dramaturgo alemán Heiner Müller clamó a Occidente para que través de su poder y su esfera de acción produjera visiones susceptibles de ir más allá del Apocalipsis y el Holocausto.
Cómo volver a encontrar los rastros de ese "esplendor legítimamente nuestro"?

  1. La inteligibilidad del desafía de la creación e investigación artística en la era de la Revolución Digital.

El interrogante

¿Cómo y de qué manera la apuesta por la creación artística, científica y cultural puede ser entendida por los miembros de nuestra comunidad?
Es habitual que los artistas usen y cuestionen las nuevas tecnologías. En la danza, Merce Cunningham utilizó computadoras en forma pionera para crear nuevas formas coreográficas; los músicos electrònicos y compositores han experimentada a lo largo de más de treinta años con sus máquinas digitales. ¿En que se basan las preocupaciones de los artistas que se involucran en la interactividad y la realidad virtual? No solo esas máquinas no los asustan sino que son los primeros que intentan definir sus limites y peligros. Ellas les dan la oportunidad de repensar la naturaleza de sus acciones artísticas y las modalidades de la relaciones posibles entre su compromiso artístico personal (materializado en la obra que producen) y el "público" al cual se supone que se dirige la obra.

El desafío artístico

Está basado en La renovación de las formas narrativas, por ejemplo la exploración de diferentes modos de crear y contar historias, de dirigirse al mundo). La renovación en la concepción de protocolos. Al concebir mecanismos interactivos, el artista se confronta con otras lógicas diferentes a las propias, aún cuando es quien le da sentido al trabajo y que el que legitimiza la existencia y necesidad de la obra, debe compartir sus intuiciones con ingenieros, computadores científicos, consultores legales y empresarios.
La experimentación de otros tipos de relaciones entre autores y públicos (al utilizar procedimentos interactivos, el papel del artista no es sólo que presente al público una obra cerrada, sino más bien proponerle un contexto para explorar, lo que creará un verdadero espacio de proyección y significación para aquellos que quieren explorar la obra). Estas apuestas se refieren, entre otras nociones, a la elucidación del status de la obra de arte, a los medios de propagación de las tecnologías digitales, y a la difusión más amplia del concepto de globalización.

Las obras

Nadie pide nunca a un artista que de detalles explícitos cuando está sumergido en una búsqueda interior de una hipotética señal, de una inspiración perdida. Este descenso a las profundidades excluye al Otro más allá de los interrogantes. Mientras esta búsqueda es un sacrificio en si mismo, la obra resultante se transforma en un don y en una profecía, y se entrega al Otro como resultado de ese sacrificio. Esa tensión que oscila entre el sacrificio y la profecía se llama "el acto artístico". ¿En qué se transforma esta tensión cuando el producto reemplaza la obra? Cuando la función profética es absorbida por el mercado, todo lo que resta es consumismo.

Digital

Todo sucede como si la elite europea no hubiera entendido todavía los desafíos de la "revolución digital". O, mejor dicho todo parece como si ésta sólo pudiera ser considerada desde la perspectiva económica. La expresión "revolución digital" puede parecer exagerada. Esta sin embargo basada en cierto tipo de particularidades.

-El carácter epidémico de los medios de propagación, con todo lo que ello implica, en términos de parálisis institucional e iniciativas marginales. Un inquietante paralelo existe con respecto a como el Sida se ha desarrollado y la manera como estas nuevas tecnologías se están propagando. En la primera etapa observa como lo institucional niega el fenómeno, en la segunda toman nota, en la tercera buscan posibles respuestas al utilitarismo. Al mismo tiempo estrategias alternativas de experimentación se ponen en acción y que tienen la particularidad de operar en un sentido marginal sobre valores de cooperación y convivencia, valores comunitarios, que cuestionan los valores dominantes de poder y control. En el reino de las redes electrónicas, la inteligencia y la generosidad de los pioneros está tapada o trabada por las estrategias de la conquista del nuevo EL DORADO económico Continente
El término genérico "globalización" implica un doble movimiento, por un lado la intensificación del flujo de información, dinero, productos primarios, de gente y por otro, la extensión de este flujo a todo el planeta. Este término, a menudo invocado por los medios de comunicación, o los ejecutivos y los jefes políticos, sin embargo a menudo resulta algo misterioso para el público general. Tratemos de explicarlo desde otro punto de vista. Somos testigos de la emergencia de nuevos continentes. Estos no son sólo geográficos, económicos, culturales o demográficos, sino continentes de otra naturaleza. De este modo podremos hablar del continente de los adolescentes. Los adolescentes del mundo tienen entre ellos, a pesar de las distancias geográficas, una proximidad cultural que es más evidente que la que la vincula con sus propios padres. Un población emerge, con sus propios códigos culturales, lingüísticos, de alimentación, con sistemas de referencia comunes, muy lejanos a los de sus propios padres.
Hay un Continente de la Clase media, no hay demasiadas diferencias en el desarraigo de las clases medias, ya sean de Shangai, París, Montreal o Besancon, y todos sus cuestionamientos se expresan en términos similares. El Continente de los Excluidos, excluidos del dinero, del acceso del conocimiento, de la ciudadanía, del derecho a la información, de los mensajes que trasmitimos y recibimos.

Un cierto número de valores se van definiendo, se reorganizan a sí mismos, sin que lo advirtamos de antemano. Si en nuestras escuelas, nuestros centros culturales, nuestras empresas o nuestras familias no toman conciencia de estos cambios, seremos vencidos por la impotencia.